Los resultados demostraron que con 3 sesiones de tratamiento aumentaron los umbrales de dolor a la presión (los pacientes toleraban una mayor presión antes de llegar a sentir dolor) y la intensidad de su dolor disminuyó. Además con esta técnica se consiguió aumentar los parámetros relacionados con el sistema simpático: frecuencia cardíaca, respiratoria, aumento de la conductancia de la piel y temperatura de la piel.
Podemos concluir que esta técnica utilizada (comparada con un placebo) es capaz de generar hipoalgesia probablemente por un efecto modulador del dolor a nivel del complejo trigémino-cervical, puesto que tratamos desde el segmento cervical y obtuvimos modificaciones a nivel craneofacial. El hecho de haber encontrado cambios en el sistema simpático hacia un aumento de su actividad, pesamos que está relacionado con el efecto hipoalgésico que produce esta técnica.
A continuación os dejamos el título y resumen del artículo publicado así como el enlace.
Does mobilization of the upper cervical spine affect pain sensitivity and autonomic nervous system function in patients with cervico-craniofacial pain?: A randomized-controlled trial. La Touche R, París-Alemany A, Mannheimer JS, Angulo-Díaz-Parreño S, Bishop MD, Lopéz-Valverde-Centeno A, von Piekartz H, Fernández-Carnero J. Clin J Pain. 2013;29(3):205-15.